jueves, 10 de enero de 2013

No digo más.

Es muy difícil, y a veces hasta heroico, llegar a quererte y aceptarte a ti mismo en lo fundamental en tu limitaciones y tus logros; y a este costoso esfuerzo las mujeres hemos de añadir un combate contra el fantasma del físico perfecto, El enorme negocio de la estética invierte muchísimos millones en promocionarse, de modo que no es de extrañar que cada año aumente la obsesión tirana por el cuerpo. Y así, incluso en las revistas del corazón, tan sensibles ellas a los tópicos sociales, contribuyen últimamente al comecocos y en los pies de fotos no hacen más que decir que si Fulana se mantiene guapísima o que si Mengana está hecha una ceporra. El machaque ambiental es tan feroz que todas tenemos las neuronas cocidas y la celulitis nos produce mucho más espanto que las vacas locas.
Y, sin embargo, la realidad es otra. Lo real es que la carne es blanda y declinante, y que ni la salud ni el atractivo físico tienen nada que ver con una anatomía despampanante: o sea, que puedes enloquecer al ser amado aun teniendo las mejillas arrugadas y las nalgas flojas.

martes, 22 de noviembre de 2011

Te quiero.






La verdad que te echo muchísimo de menos, durante mucho tiempo fuiste casi el único hombre de mi vida y ¿sabes? no necesitaba más, te tenía a ti cuidándome, siempre estabas detrás para cogerme si me caía, pero ahora ¿que? ¿donde está el mejor amigo que tantas sonrisas me ha sacado? que cometiste errores, si, pero me da igual, te perdonaría mil más, porque ¿sabes una cosa? ¡TE QUIERO! claro que te quiero y te adoro y te aseguro que nunca voy a encontrar a un amigo como tú.
Esto me duele, me duele mucho y me siento impotente, hoy te he visto tras un cristal y no he conseguido que me miraras y estaba revolviéndome de la impotencia de no poder correr hacia ti y darte un abrazo de esos que tanto echo de menos.
Fuiste, eres y serás mi hermano, aunque ahora estés ausente.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Maite Zaitut



No quiero otros besos, ni otros abrazos, ni otro número de teléfono que me mande mensajes. Porque me encanta tu sonrisa, la adoro. Adoro tus abrazos y tus locuras. Me encanta que me hagas reír. Me gusta cuando me miras y cuando sonríes sin ninguna razón. Adoro que me hagas tus típicas bromas, aunque me enfade y creas que las odio.Adoro tu forma de hablar, tus gestos . Me encanta estar contigo, porque se me olvida todo...

sábado, 5 de noviembre de 2011

Nada más que decir.

Me da rabia pensar en todos los problemas que me habría ahorrado si no te hubiera conocido nunca. Ahora tú eres la mejor y yo me pudro en la puta mierda... muchas gracias por llevarme como tu perrito faldero tantos años. Como siempre la culpa es solo mía.

sábado, 15 de octubre de 2011